Palmeira de Faro
El Castro del Señor de los Desamparados debe este curioso nombre a su utilización militar más reciente: durante las invasiones francesas, a comienzos del siglo XIX, los habitantes de las cercanías habrían subido al monte donde existía el castro para allí ofrecer resistencia a los invasores, en una alegoría al que los vetustos constructores de este pueblo habrán hecho en las invasiones romanas. Este castro es una excepción, en relación a las localizaciones de los otros pueblos del mismo tipo de esta región: no está implantado en uno de los altos de la cima fósil, esa línea de elevaciones que separa las plancturas atlánticas del interior montañoso. Como es una excepción también presenta una estructura de almacenamiento, de planta ovalada, que fue recientemente descubierta durante una campaña de excavaciones arqueológicas allí realizada.
La Capilla del Señor de los Desamparados fue erigida en la cima de Castro, entre los años 1825 y 1826, en respuesta a una promesa hecha en las invasiones francesas. El templo está orientado hacia el nacimiento, es de planta rectangular y fue todo edificado en piedra, incluyendo la cubierta. En 1976 sufrió obras de restauración. Cada año que pasa, en el primer fin de semana de agosto, la población de Palmera de Faro aquí realiza su fiesta en honor del Señor de los Desamparados.
En el lugar de Susa, se localiza la casa de Manuel de Boaventura, escritor y contista fallecido en 1973, que retrata como nadie los modos de vida, usos y costumbres de las gentes de Esposende.