Vinos Verdes del Atlántico
El municipio de Esposende, perteneciente a la gran región demarcada de los Vinos Verdes y la subregión del Cávado (Esposende, Barcelos, Braga, Vila Verde, Amares y Tierras del Bouro) revela algunas particularidades importantes.
Antes de eso, nunca está de más reiterar la originalidad de Vinho Verde panorama de vino en Portugal y en el mundo. El Vinho Verde ocupa de hecho un lugar muy particular y único en el contexto de vinos portugueses. De tal manera y con tal fuerza, que desde el siglo XVIII vinos portugueses se clasifican en verde y maduro, lo que demuestra el carácter genuino e inimitable de los vinos de esta tierra encantadora y exuberante de Entre Douro y Minho.
Pero antes de pronunciarnos sobre la diversidad natural en el seno de esta denominación de origen internacionalmente reconocida y protegida, urge afirmar lo que son los Vinos Verdes, lo que los distingue frente a los demás. Los Vinos Verdes son un producto natural reflejo de las particularidades de su área geográfica enclavada entre el mar y las sierras. Es una conexión íntima de los factores naturales - relieve, suelo y clima único en el mundo - con la forma del portugués nacido un vino alegre y respetuosa de la inteligencia humana, porque poco alcohol. Sin duda, es el producto regional de manera más manifiesta retrata la originalidad del noroeste portugués y sin duda es la designación más común de origen nacional.
Para muchas personas será sorprendente la producción vinícola en un municipio que se extiende a lo largo de las refrescantes aguas del mar Atlántico. Sin embargo, existen razones naturales y humanas que explican este "milagro" del vino a las puertas del mar:
Razones naturales:
- La cordillera montañosa dispuesta en la alineación N-S entre el Monte Faro y el Monte Crasto, al barrar la penetración del aire húmedo del mar, proporciona la aparición de pequeñas bolsas de mesoclima favorable a la Viña;
- Una topografía de media pendiente bien expuesta al sol y un suelo pervertido, arenoso y pobre;
- Un meso clima ameno marcado por la suavidad de las temperaturas.
Razones humanas:
- La elección y cultivo de castas únicas, en particular la casta blanca Loureiro, secundada por el Arinto y Trajadura, mientras que en las pinturas tenemos el Vino Casta capaz de proporcionar vinos cargados de color;
- El uso de formas de conducción de media a gran expansión vegetativa, ayudan a trazar el perfil de estos vinos y donde podemos destacar:
- La pureza - del vino reflejo de la Naturaleza, sin embustes ni artificialismos;
- La simplicidad - el carácter muy vinado de los aromas y sabores simples e intensos de frutas (cítricos) y flores (frésia, rosa y lantanas);
- La frescura extrema - una acidez fija que denotando una maduración lenta y suave, capaz de conservar, junto con una riqueza en azúcar apreciable, un contenido en ácidos orgánicos elevado;
- La suavidad - de un vino que no agrada, pero respeta la inteligencia humana, dado su contenido alcohólico. Su suavidad y elegancia hacen de él el néctar que da de beber al alma, en la expresión feliz de Antonio Augusto de Aguiar.
De una manera general podemos caracterizar los vinos blancos como poseedores de un intenso perfume floral (notas de frésia y rosa) y frutado de la casta Loureiro, un vino seco y con mucho carácter, capaz de deslumbrar por su frescura y elegante cuerpo. A consumir acompañando marisco cocido, platos de pescado del mar, por ejemplo, de rodaje, merluza y gorgo de preferencia a la parrilla o asados, carnes de capoeira (pollo del campo asado) y quesos de pasta blanda tipo "Camembert".
En los años de excelente maduración esta casta también permite la obtención de un vino aperitivo, a servir antes de las comidas o entre las mismas. El tinto de la casta Vinhão posee color retinta rojo rubí, intenso aroma a frutos silvestres, sabor acídulo, fresco, ligero y desedentante, gran compañía para la culinaria minhota, en particular el arroz de sarrabulho, el cabrito asado, la lamprea y de una manera general todos sus platos de carnes rojas.
Juan Costa Leme.